sábado, 13 de noviembre de 2010

Un cappuccino, per favore!

Os confieso que me aficioné al café más bien tarde, y que, aún hoy, sólo le encuentro su gracia en el desayuno y alguna que otra tarde de invierno para merendar en casa, pero por lo que sí siento adoración incondicional es por un buen capuchino.

Fue en Roma donde comprobé lo extraordinarios que pueden llegar a ser y donde descubrí el secreto para lograr la mejor espuma de leche que debe coronar todo capuchino.

Foto Raúl García Peñalver

Esto ocurrió casualmente, como ocurren muchas de las anécdotas de la vida. Nos alojábamos un verano en Roma, en casa de un bancario y de su mujer, una veneciana de buena familia y con buen gusto, ocupada en su casa y en elaborar confituras y gelées de cítricos. El caso es que el señor bancario nos preparaba los capuchinos por la mañana y eran tan buenos que un día le preguntamos cómo lo conseguía. Él nos respondió con sus manos gesticulantes a la italiana: “il capuccino maker!”, nosotros creímos que estaba de broma, así que para convencernos acudió con rapidez a la cocina para mostrarnos el misterioso “artilugio”. Se trataba de una jarrita de acero inoxidable con un émbolo preparado para agitar la leche caliente, y Ecco! la espuma del capuchino quedaba perfecta.

Así es que mi primer capuccino maker lo adquirí ese mismo día en una ferretería de Roma y el segundo, unos años más tarde, en el mercado de Porta Portese.

En Campo dei Fiori, por Raúl García Peñalver

En Roma fue donde aprendí que los italianos sólo conciben tomar el capuchino en el desayuno y que les asombra muchísimo comprobar cómo los españoles pedimos el capuchino a cualquier hora, después de comer, a media mañana, por la tarde…, pero es que están tan buenos!

Un puesto en Campo Dei Fiori, por Raúl García Peñalver


Aprovecho para compartir con vosotros las preciosas fotos que Raúl García Peñalver ha realizado en su viaje a Roma, en este caso en el bellísimo mercado de Campo dei Fiori, y para comentaros que si queréis ver todo su álbum sobre esta impresionante ciudad podéis hacerlo en Las Fotos de Raúl G. Peñalver en Roma.

Campo dei Fiori, por Raúl García Peñalver

Y por último, una pequeña recomendación si os gusta el café y si tenéis pensado visitar Roma, no os perdáis el Antico Caffé della Pace, donde podréis disfrutar de sus magníficos capuchinos y comprad café, si podéis, en la pequeña cafetería y tienda Sant Eustachio, os aseguro que cuando volváis a Roma querréis realizar vuestras compras de café allí. Ciao ragazzi!

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