sábado, 17 de julio de 2010

Una crêpe en La Rue

Foto Raúl García Peñalver

Foto Raúl García Peñalver
A medida que vayáis leyendo este blog, notareis esta afición mía por la gastronomía francesa. Esta admiración por su cocina, por el gusto con el que presentan sus productos y por esa atmósfera tan particular de sus cafés, pastelerías y panaderías, ha llegado a mí poco a poco. Lo más curioso de todo es que, sin proponérmelo, ese estilo francés de hacer las cosas, se ha convertido en mi referencia para medir cualquier nueva propuesta que aparece en este mundo de la gastronomía.
La casualidad y las sugerencias de una buena amiga han permitido que esta primera entrada esté dedicada a una singular “calle” parisina ubicada en Madrid. La Rue es una adorable crêperie instalada en el madrileño barrio de Malasaña y regentada por los actores Silvia Rey, Fele Martínez y Paco León. La mañana que el fotógrafo de Delicioso Momento, Raúl García Peñalver, mi buena amiga “Cukita” y yo pasamos con ellos fue de lo más divertida y llena de simpatía!!, pero lo mejor fue esa atmósfera y encanto especial que envuelve a La Rue.

Foto Raúl García Peñalver
La Rue nos brinda la deliciosa oportunidad de saborear las mejores crêpes dulces y saladas al más auténtico estilo bretón. Me encantaría que lo conocierais porque estoy segura de que os encantaría la manera en que este pequeño local recrea una calle del París de los años 50.
El carrito de crêpes situado dentro del propio local es de lo más chic. En este carrito, que hace las veces de cocina, se preparan las crêpes y las galettes (variantes de las crêpes elaboradas con trigo sarraceno) con todo tipo de ingredientes: dulces como la Nutella, la nata, las nueces, el coco, el plátano o el dulce de leche, o salados como las salchichas, los quesos (sobre todo emmental y cabra), pollo al curry, morcilla, mostaza de Dijon, huevo y un largo etc.

Estas especialidades, al igual que sus quiches, brioches, tartas Tatin, pan gourmet, helados, batidos o zumos naturales, saben deliciosas si además se degustan con esa música francesa de los años 40 que suena de fondo en la Rue. Pero si quieres tomar una crêpe por la calle, ¡también es posible!, gracias al divertido y bonito cucurucho que Silvia ha ideado para tomarlas de forma cómoda mientras uno va caminando.

Los macarrons, que se realizan por encargo, son otros de los grandes aciertos de esta nueva promesa gastronómica en Madrid, cuya receta, para mi gusto, nada tiene que envidiar a los de Ladureé en París. Y qué decir de su pequeña tienda delicatessen, donde es posible encontrar una interesante selección de productos importados de Francia, como Foie-Gras, mostazas, caracoles, siropes, quesos, crema de castañas, hasta unos bombones picantes ideales para tomar de aperitivo con uno de los vinos de La Rue.

En fin, una bonita propuesta (que también puedes seguir de cerca en Facebook) para saborear un trocito de Francia en Madrid.
La Rue, en Espíritu Santo, 18 (Madrid)

sábado, 3 de julio de 2010

Puro refinamiento inglés

Tiene gracia que una de las primeras entradas de Delicioso Momento esté dedicada a un espacio gourmet ubicado en Inglaterra, de la que, dicen, carece de cultura gastronómica. Sin embargo es en Londres donde he podido apreciar mayor concentración de tiendas y grandes almacenes dedicados al mundo delicatessen. Fortnum & Mason es un precioso ejemplo.

Aunque en dimensiones me recordaba a la Grande Epicerie de París, Fortnum & Mason está envuelto en un refinamiento tan “British” como su afamado “Té de la tarde”.

La Hora del Té es uno de los “inventos” gastronómicos que más me gustan. La séptima Duquesa de Bedford fue su creadora casi sin proponérselo. A principios del siglo XIX, la Duquesa Anna comenzó a adquirir como costumbre tomar cada tarde en su gabinete un té con un ligero tentempié, un hábito que también practica en su residencia de verano y que hace extensible a sus amigos a los que comienza a invitar para compartir con ella ese momento. Las reuniones se hicieron tan populares que cuando la duquesa vuelve a Londres continua con estos encuentros sociales, algo que acaban copiando otros anfitriones de la ciudad, convirtiendo a la hora del té en uno de los momentos más elegantes del día.

En Fortnum & Mason puedes disfrutar del tan conocido té de la tarde servido en su delicada vajilla y acompañado de sus afamados sándwiches, scones, galletas y mermeladas, a esto sí que lo llamo yo un Delicioso Momento.

Pero además, en Fortnum & Mason es casi imposible no comprar una lata de galletas de mantequilla y jengibre, una mermelada o un gran huevo de Pascua relleno de bombones, estupendos regalos por su calidad y su estiloso pakaging, os diré que yo hace años que utilizo una de sus latas de galletas como florero! .

Y qué deciros de esas maravillosas cestas de mimbre con sugerentes botellas de champán, latitas de foie, cakes y chocolates para “improvisar” un picnic en la campiña inglesa… cuando no llueva, claro. I love Fortnum & Mason, and you?
Fortnum & Mason, en181 Piccadilly London W1A 1ER

I love sugar





Hope a Greenwood parece una pequeña y “cuquísima” tienda londinense, pero en realidad es un paraíso, el de los amantes del azúcar en sus distintas manifestaciones. Me la descubrió mi gran amigo Andrés del Toro, el cual no pudo resistirse a sus encantos durante su estancia en Londres ni evitar anotar este lugar en su agenda para que yo pudiera conocerla.

Adoro los pequeños locales que, como éste, te hacen sentir dentro de un cuento infantil lleno de color. Os aseguro que la tienda es minúscula, pero hay tal variedad de dulces, caramelos y bombones que es imposible elegir con cierta agilidad cual escoger. Todos ellos llenan el escaparate, las estanterías y el mostrador, y parecen estar esperando a ser los elegidos.
Si puedo recomendaros alguna de las especialidades de Hope and Greenwood para vuestra próxima visita a Londres, probad las trufas de chocolate con sabor a rosa y violeta, creedme si os digo que pensaréis que estáis comiendo estas flores envueltas en chocolate, y las cajitas en las que se presentan son tan deliciosas como lo que esconden en su interior. También encontraréis barritas de chocolate, los clásicos funges ingleses, toffees y caramelos de todos los sabores, colores, formas y texturas imaginables.

Y una curiosidad, si tenéis niños pequeños en casa no dejéis de llevarles unos ratoncitos de azúcar. “Los sugar mice” son una tradición heredada de la época Victoriana en la que los calcetines de Navidad se llenaban con estos “roedores” dulces. A los niños les encantaba tomar esta golosina ¡que nunca se acababa!, y yo me pregunto: ¿quién sería el auténtico roedor?...
20 North Cross Road London SE22 9EU