Para mí, Casa José es uno de esos clásicos a los que siempre puedes volver sin miedo a equivocarte. Con la particularidad, además, de que a pesar de su “solera”, más de 40 años sin apagar los fogones, Casa José ha sido y es un gran innovador. Su brandada de bacalo (sólo la he comido igual de buena en la Provenza, de donde es originaria la receta), las pochas con almejas, sus pescados a la sal, sus guisos, sus milhojas de salmón, han sido motor gastronómico en Aranjuez.
El restaurante Casa José está ubicado junto al mercado de abastos, en una casa del siglo XVIII, muy en sintonía con la historia de Aranjuez, que vive su máximo esplendor en esa época con motivo de las famosas Jornadas Reales. Comer o cenar allí, es compartir un momento gastronómico con un instante de la Historia.
En Casa José podréis tapear en su barra o dejaros aconsejar en su bistrot, situado junto a la cava del Restaurante, en un ambiente distendido, con un tipo de cocina, ágil y sencilla, donde descubriréis unos vinos estupendos a buen precio y donde uno se siente como en casa. O bien, podéis reservar mesa en su comedor principal, situado en la planta superior de la casa, donde el sumiller, Armando del Cerro, os atenderá de lujo con su atención impecable y su gran conocimiento de los vinos. Es un placer el espacio, la gastronomía de sus menús y la atencón de los profesionales en la sala.
Pero eso no es todo, Casa José se distingue por ser el mayor innovador en la cocina vegetal. Su chef, Fernando del Cerro, es un auténtico enamorado e investigador culinario de las verduras, y defiende que pueden ser el plato más exquisito. Si probáis su menú degustación podréis apreciarlo, ¿no os tienta unos tirabeques con bocadillo frito en olium de carabineros y base de avellana?