Si tuviera que recomendaros alguno de los lugares “dulces” que más me gustaron en Viena, uno sería, sin duda, Demel.
Demel no es sólo una antigua confitería (por cierto, proveedora oficial de los emperadores Francisco José y Sissi) sino también cafetería, tienda y restaurante. Todo en uno, pero perfectamente diferenciado.
Aunque Demel se funda a finales del siglo XVIII, es en el XIX cuando vive sus años de esplendor, y, aún hoy, presume de seguir elaborando sus especialidades como hace 200 años. Pero, a parte de la calidad de sus productos y la decoración de su tienda y salones, lo que a mí me fascina de Demel son las cajitas y latas decoradas que utiliza para presentar sus bombones, caramelos y galletas.
Si os decidís a sentaros en su Café, quizás os animéis a tomar sus “tea scones”, alguna de sus tartas, como la “chocolateada” Sacher, o un apple strudel. O quizás, tan sólo os apetezca tomar una taza de chocolate caliente, como hacían en Demel las damas de la alta sociedad el primer día frío del año.
Demel es también un buen sitio para elegir algún pequeño recuerdo o regalo “vienés”. Cualquiera de sus bombones, chocolatinas, caramelos, como los de violeta, mermeladas, pastas y “tea biscuits” son una opción estupenda.
Recalar en Demel es verdaderamente vivir un momento “gourmand” (goloso) y, ¿por qué no?, saborear algunas de las delicias de las que también disfrutó Sissi en algún momento de indulgencia.
Demel, Kohlmarkt 14, Viena
Hola Maria,
ResponderEliminarHace 3 años tuve el placer de visitar Venecia, y pude comprobar que todavia existen viejas cafeterías dignas de todo amante de los buenos espacios, exquisitos pasteles y mejor café.
Espero ansioso que algún día publiques algo sobre esta maravillosa ciudad y su deliciosa oferta gastronómica.
Me encanta tu blog.
Hola Jesús, muchas gracias por tu comentario!!!! estoy de acuerdo contigo en que Venecia es una ciudad fantástica sobre la que escribir en deliciosomomento. Lo tendré en cuenta!!!!
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